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| EL MERCADER DE VENECIA, de Shakespeare. Versíón libre. Estrenada por el grupo Cómicos en marzo de 2000 |
Al mismo tiempo que estudiaba la carrera de periodismo, estudió teatro en el Teatro Escuela Municipal de Albacete (TEMA). No sé cómo lo hizo, puesto que la carrera era en Barcelona y el teatro en Albacete. Pero lo hizo. Entre los años 81 y 83, si no le falla la memoria. Buenos profesores. Recuerda, entre otros, a Antonio Malonda, que los martirizaba con el Método, y a Julián Herrero, meticuloso y sabio.
Interpretó a
San Juan de la Cruz, y de ahí salió un poema. Luego formaron un cuarteto de
payasos Rosa, Pau, Pipiyo y él mismo con el sobrenombre de Merengue, e
hicieron unas cuantas funciones.
En su época de radio creó el personaje de Lorrenzo Tercerro, El Lorro Amarrillo, que desde una nube blanca que siempre está sobre el cielo de Albacete, incluso en los días más azules, vivía para los niños su vida cotidiana.
Después ha
cultivado la crítica teatral en periódicos y en la revista EL PÚBLICO.
Especialmente placentero ha sido escribir cada año las crónicas del Festival de
Teatro Clásico de Chinchilla. Acostarse viendo teatro y levantarse escribiendo
lo que uno ha visto. Vivir para el teatro.
Pero gracias
a Ángel Monteagudo, Monti, y a su grupo Cómicos, vivió la experiencia más fascinante
de todas: escribir y ver cada día cómo los actores representaban lo que había
escrito. Ni siquiera era suyo, sino de Shakespeare. El mercader de Venecia. Un
reto con muchos aderezos: Monti quería que desapareciera toda referencia al
judaísmo de Shylock, que fuera solo un banquero. Y había que escribirlo en endecasílabos.
Y retocarlo cada día, si no funcionaba, y recortar después de oír las opiniones
de los actores y sobre todo del director.
El
mercader de Venecia, de William Shakespeare (versión libre)
[fotografías,
Juanjo Jiménez],
Albacete, La Siesta del Lobo, 2000 [ISBN 84-931441-2-6]